Ayer recibí una noticia que tiene su parte buena y su parte mala.
Como ya os conté en algún post, en breve voy a tener que volver a mi vida y eso implica una mudanza, cambiar de ciudad y alejarme de los míos. Pero está vez iba a ser positiva, me había mentalizado de que mi vida (durante un largo periodo de tiempo) iba a estar en este nuevo sitio por lo que el futuro piso sería para muuuuucho tiempo y yo me había entusiasmado con la idea de decorarlo, llevarme todo para allí y hacerlo mi campamento base, algo que llevo siete años sin tener.
Pues ayer y después de una conversación, haya se fue el castillo de naipes al suelo y estoy bloqueada, paralizada y un poco triste. La opción de que va a ser mi sitio a largo plazo ha quedado descartada por lo que en breves habrá otra mudanza (las odio a muerte), y lo que plantea otras cuestiones ¿qué me llevo? ¿me compensará llevarme esto o lo otro? ¿por cuanto tiempo va a ser? ¿cómo me planteo mi estancia mientras esté allí?
Lo que más rabia me da es que esas preguntas llevan siete años acompañándome lo que hacía que siempre me sintiera de paso, y cuando por fin me había dado por vencida, van y a la otra vez en el punto de partida.
La parte buena, que supuestamente, la próxima mudanza si será definitiva y será para volver a mi ciudad (mi sitio).
Feliz finde!!! El mío lo dedicaré a la busca y captura de un piso.
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