¡¡¡Por fin nuestra "pequecha" está entre nosotros!!!
El pasado 29 de mayo la pequeña Uxía hizo su aparición a este mundo, lo que hizo que estuviese (y que aún este) desconectada del mundo.
En mi caso fue un parto natural y extremadamente rápido (2 horitas en total) para ser primeriza; lo más bonito de todo fue cuando el médico me dijo con mi niña a medio sacar que la cogiera y terminara de sacarla yo, y en ese momento me salió del alma: "QUE PASADA".
Ahora bien, si aún no sois madres tomar nota y si lo ya lo sois sabéis de lo que hablo, lo que peor he llevado han sido y son las visitas. En la clínica había momentos que la habitación parecía una cafetería y el mejor momento era por la noche cuando ya se había ido todo el mundo; pero esto se ha complicado desde que hemos vuelto a casa, ya que las visitas han continuado y lo peor es que como estás en casa éstas se prolongan horas y horas.
Ya en casa, hemos seguido la misma filosofía que tomamos durante el embarazo y el parto: NO PENSAR, es decir, nos dejamos llevar por la situación sin agobiarnos por lo que vendrá. Obviamente el proceso de adaptación es durillo(dolores al dar de mamar, no tener tiempo para nada, estar cansada todo el día, ...) pero desde luego todo compensa en el momento en que la miro.
Que tiemble el mundo porque Uxía ya está aquí.
